Esta imágenes son de una invitación que recibí de Verdammnt, para salir al Sector de Santa Filomena en Colina, con unos amigos suyos del Team Enduro Colina. Este grupo de endureros, además de ser muy experimentados, son muy buena onda.
Llegamos a la COPEC de Colina, que es el punto de reunión habitual de este Team liderado por Lobo, Pedro y Poncho. Poco a poco comenzaron a llegar los motoqueros, llenadas de estanque, compra de comida, agua, etc. Sacamos espejos y partimos a los cerros.
El recorrido comienza con un camino de tierra que termina en una cerca, que da inicio a la diversión. Lo primero una trepada como para tomarle el peso a los pilotos. Pasamos la mayoría sin dificultad, excepto un piloto de una 2t que le subieron la moto.
Después de unos ladereos, se sigue por una huella que serpentea rodeando el cerro para bajar a un plano que termina en un canal. El cual obviamente debimos cruzar.
Los más conocedores del lugar ubicaron una vadeo que era más seguro y un poco más bajo, para que los que no teníamos mucha experiencia cruzáramos sin problemas.
Una vez del otro lado del canal, tomamos una camino que llega a una pequeña cuesta, desde la que entramos a otro cerro, donde la cosa se empezó a poner complicada. Los pilotos del TEC advertían que había algunas pasadas muy trabadas y técnicas, lo que hizo a una parte del grupo desisitir de continuar y esperaron descansando que regresáramos.
Efectivamente la ruta de ahí en adelante era para un nivel más avanzado, cruce de zanjas, trepadas cortas pero muy empinadas, desplazamiento por cursos de agua con piedras, y muchas otras variantes que hicieron de ese trayecto una tremenda experiencia de aprendizaje, antes de eso mi única experiencia de ese tipo había sido unos porrazos en el circuito enduro de Lampa.
Pasamos esa parte muy trabada y luego seguimos subiendo el cerro, hasta que en una parte que combinaba trepada-ladereo-trepada, en la parte del ladereo incliné la moto para el lado equivocado y paff!!!, la moto al suelo. ¿Resultado?, la manilla del embrague quebrada. En ese momento me entró la angustia, después de haber recorrido con dificultad todo ese trecho, como
Descansamos un rato y emprendimos el retorno a Colina por el mismo camino, pero esta vez, pasamos a una trepada que había en el camino, que subieron solo tres motos. Yo tiré "para Colina". Otro descanso y finalmente de vuelta a la civilización.
Un tremendo día de aprendizaje de diversas técnicas y de la fraternidad y hospitalidad endurísitica.
Llegamos a la COPEC de Colina, que es el punto de reunión habitual de este Team liderado por Lobo, Pedro y Poncho. Poco a poco comenzaron a llegar los motoqueros, llenadas de estanque, compra de comida, agua, etc. Sacamos espejos y partimos a los cerros.
El recorrido comienza con un camino de tierra que termina en una cerca, que da inicio a la diversión. Lo primero una trepada como para tomarle el peso a los pilotos. Pasamos la mayoría sin dificultad, excepto un piloto de una 2t que le subieron la moto.
Después de unos ladereos, se sigue por una huella que serpentea rodeando el cerro para bajar a un plano que termina en un canal. El cual obviamente debimos cruzar.
Los más conocedores del lugar ubicaron una vadeo que era más seguro y un poco más bajo, para que los que no teníamos mucha experiencia cruzáramos sin problemas.
Una vez del otro lado del canal, tomamos una camino que llega a una pequeña cuesta, desde la que entramos a otro cerro, donde la cosa se empezó a poner complicada. Los pilotos del TEC advertían que había algunas pasadas muy trabadas y técnicas, lo que hizo a una parte del grupo desisitir de continuar y esperaron descansando que regresáramos.
Efectivamente la ruta de ahí en adelante era para un nivel más avanzado, cruce de zanjas, trepadas cortas pero muy empinadas, desplazamiento por cursos de agua con piedras, y muchas otras variantes que hicieron de ese trayecto una tremenda experiencia de aprendizaje, antes de eso mi única experiencia de ese tipo había sido unos porrazos en el circuito enduro de Lampa.
Pasamos esa parte muy trabada y luego seguimos subiendo el cerro, hasta que en una parte que combinaba trepada-ladereo-trepada, en la parte del ladereo incliné la moto para el lado equivocado y paff!!!, la moto al suelo. ¿Resultado?, la manilla del embrague quebrada. En ese momento me entró la angustia, después de haber recorrido con dificultad todo ese trecho, como
sacaba la moto de ahí. Afortunadamente, la gente del TEC había tenido esa experiencia antes y le hicieron un injerto a mi moto. Le pusieron una llave de punta y corona amarrada con alambre. Santo remedio, cortaba bien y me permitió seguir subiendo y bajar hasta donde nos esperaba el resto del grupo.
Descansamos un rato y emprendimos el retorno a Colina por el mismo camino, pero esta vez, pasamos a una trepada que había en el camino, que subieron solo tres motos. Yo tiré "para Colina". Otro descanso y finalmente de vuelta a la civilización.
Un tremendo día de aprendizaje de diversas técnicas y de la fraternidad y hospitalidad endurísitica.
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